segunda-feira, 23 de agosto de 2010

Sobre Ciudades Aéreas


Leonardo Da Vinci decía que el artista se autorretrataba en sus obras y que esto debía evitarse. Así, lo que no se debía desde el punto de vista de la modernidad de Da Vinci es hoy materia prima en el arte contemporáneo. En nuestros días todo es válido y en esa libertad en la que los artistas navegan ya nadie dice lo que se debe o no se debe hacer. Lo que sí parece claro, creo yo, es que hay en el arte de hoy una búsqueda del origen. Esto se materializa, por ejemplo, en reproducciones de una misma imagen, amontonamientos de desechos, superficies lisas y coloreadas, edificios que alzan sus cuerpos “de-formándose” en varios puntos de fuga, performance que esperan la intervención del espectador para multiplicar sus posibilidades, instalaciones dialogando con las cuatro dimensiones y tantas cosas más como imágenes objetivas sin ilusión de la realidad o a la espera de una interpretación.

Revisando mi archivo de imágenes de obras me topé con éstas, dentro de la serie Ciudades Aéreas - Me gusta eso de distanciarme y analizar lo que hice en otros tiempos - Hay algo en este trabajo que yo no había percibido y que se relaciona con otras producciones de mi autoría: lo aéreo, las escritas, lo atmosférico. Al parecer, son estos signos artísticos de mi producción.

Calles, personas, ciudades anónimas en las cuales se perciben cosas: colores, flujos, pinceladas, ritmos, sentires todos en el aire de las pasarelas. Ciudades Aéreas plasma urbes identificadas por códigos, como por ejemplo Nrua8W, que nos trae sutilmente algún recuerdo de lugares ya descritos por Calvino y en las cuales me autorretrato.

Nenhum comentário:

Postar um comentário